En Namibia, concretamente en el Namib-Naukluft Park, se encuentra uno de los lugares más sobrecogedores de la Tierra, donde el tiempo se detiene creando un paisaje único y de otro planeta, el DEADVLEI.
La razón de su singularidad radica en un amplio salar rodeado por dunas rojizas, las más altas del mundo (300-400 m), sembrado de árboles petrificados (Acacia
erioloba) que parecen ser los guardianes de este fantasmagórico lugar. El salar se formó en una época tormentosa originando la crecida del río Tsauchab y la germinación de las
acacias. Con el tiempo, las dunas fueron formándose al rededor del río, fragmentándolo y creando piscinas naturales que con las elevadas temperaturas evaporó el agua, sedimentando la
sal y secando los árboles, originando un salar custiodado por las pétreas imágenes arbóreas.
Salar de Deadvlei, en el desierto del Namib.
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Javier Sánchez (martes, 02 octubre 2012 21:44)
Muy buenas las imágenes. Nosotros estuvimos por allí hace unos años y nos pareció un paisaje extraordinario y único. Nunca se me olvidará cuando me deslicé por una de esas grandes dunas...Los árboles petrificados dan un toque muy especial y misterioso. Un abrazo
Roberto (miércoles, 03 octubre 2012 05:37)
Espectaculares imágenes. Nuestro planeta tiene lugares impresionantes no parece ser la tierra.