El inicio de la GRAN MIGRACIÓN en la sabana africana del Masai Mara y del Serengeti, es el gran momento que están esperando, no sólo los grandes depredadores sino también las aves carroñeras, como el buitre moteado, buitre orejudo, marabú, y algún que otro mamífero oportunista como el facócero. Los territorios de las manadas de leones se convierten, durante unos escasos meses del año, en auténticos campos de batalla, tras el paso de miles de ejemplares de ñus y cebras en busca de brotes frescos de hierba. Este periodo de la migración es el momento álgido para los felinos que, intensifican las escenas de caza con el fin de alimentar a los individuos que conforman su manada para recuperar fuerzas y almacenar comida de cara a los periodos de escasez de alimento.
Completando esta cadena trófica, entran en escena las aves carroñeras que, una vez que los grandes depredadores han saciado su hambre y han abandonado los restos de su presa, aterrizan, como por arte de magia, sobre el cadaver y deboran en unos pocos instantes, toda la materia orgánica que son capaces de ingerir, limpiando así la sabana. Esta etapa de la Gran Migración, es una de las más duras para el grueso de la manada de ñús y cebras, donde se producen grandes bajas y donde entra en funcionamiento la maquinaria de la selección natural, pero aún les queda por pasar una terrible prueba que está a punto de llegar...el cruce del río Mara...donde los miles de supervivientes tendrán que enfrentarse a una frontera natural invadida de grandes peligros, pero eso será en el próximo capítulo...continuará.
La sabana del Masai Mara, el campo de batalla.
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